Los euskaldunes y los españoles. Filosofía hispana

Extractos del libro «Los euskaldunes y los españoles» de Joxe Azurmendi

El preclaro señor Claudio Sánchez Albornoz será, cómo no, quien dé su nota peculiar siempre altisonante.

(*Claudio Sánchez-Albornoz y Menduiña (Madrid, 7 de abril de 1893 – Ávila, 8 de julio de 1984), uno de los más notables historiadores españoles.
Premios y distinciones:
Hijo adoptivo de Asturias.
Hijo adoptivo de la Provincia de León.
Medalla de Oro de la Provincia y Ciudad de Ávila.
Gran Cruz de Carlos III (1983).
Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades (1984).
) (Este orate racista no es del siglo 19 como Arana, es del 20, aplaudido por España hasta 1984)

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Taciturna retorna la nocturna turba……..con diáfanas intenciones. Los catalanes son inteligentes……Los gallegos son gente inteligente…….El problema es las Vascongadas.

Nosotros no somos inteligentes. Hace tiempo nos enteramos (lo suyo costó); al final, los españoles consiguieron hacernos aprender cuán tontos somos. Y, como Sánchez Albornoz debe saber, lo primero que hace el tonto es no reconocer su inteligencia al intelgente. Sánchez Albornoz no se extrañará, pues, de que a los párrafos reseñados no les hayemos rasgos de inteligencia.

Llamar tonto al tonto no parece propio de inteligentes, sino de jefes vanidosos. Además, la inteligencia estéril de Sánchez Albornoz no nos vuelve más tontos. Ni , apenas, más inteligentes. Las cosas han quedado casi como estaban. Incluso lo que nos ha dicho Sánchez Albornoz es bastante viejo. Hace muchos años, muchos siglos que loes españoles nos dicen lo mismo.

Por lo visto a Sánchez Albornoz, aunque él sea inteligente, le parecen extremadamente inteligentes estas ideas suyas. A decir verdad no son fútiles. Son producto de largas reflexiones. Aureas. Nos las repite una y otra vez, aquí y allí. Ha analizado profundamente el hecho vasco: <<…y me parece seguro que quienes hoy se llaman vascos – en verdad están vasconizados- no son, mal que les pese, sino españoles todavía no romanizados de manera integral>>. Eso es Euskal Herria, y no hay otra cosa: <<….no romanizada, o lo que es igual, no occidentalizada aún…>> Pero los incivilizados, los no aún occidentalizados, tenemos, dichosamente, parte en esa << comunidad de destinos de todos los hispanos>> (pero bueno ¿No es que teníamos un lenguaje medio-conocido acaso?) Y gracias a ello, es decir, gracias a España, Euskal Herria se ha convertido en un minúsculo algo. ¿Si no? Si no cero, Euskal Herria si esa España (verdaderamente civilizada) , cero patatero.

<Unamuno, Zuloaga y Baroja, cuentos vascos famosos pueden señalarse han sido españoles ante todo, y por encima de todo; y como españoles han colaborado a las grandes aventuras culturales de Europa. España los debe al País Vasco, pero sin España, ninguno de esos nombres figuraría hoy en los anales de Occidente y hasta el mismo nombre de Vasconia sería una sombra sin vida perdurable. Gracias a no haber vivido una pura vida aldeana y marinera entre el mar y los montes, a haber sido preciadísimas y preciosísimas porciones de España, y del pueblo español, Vasconia y los vascos han ocupado y ocupan aún un puesto al sol de la Historia>>

Mira qué dulce!! Todo eso se lo debemos a España: nos ha puesto «cara al sol» en la historia. Ha permitido que le sirvamos. Y nosotros, desagradecidos, siempre hacia las tinieblas. No hay derecho . Menos mal que España no carece de hombres inteligentes como Sánchez Albornoz para llevarnos a los vascos por la senda del bien . Gracias, muchas gracias.

Por todo ello, si nos enfadamos tras leer el citado pasaje, sepa el señor Sánchez Albornoz que únicamente nos habremos enojado por obedecer a tal inteligencia, ya que así nos lo profetizó él . También nos hemos disgustado un poco porque, tras largo tiempo siendo euskaldúnes, no hayamos hallado en el camino un sólo hijo de Dios. He ahñi la diferencia entre el inteligente, y el tonto.

Como Sánchez Albornoz con toda su inteligencia ha conseguido sacarnos tantas y tantas cosas puede afirmar acerca de todos los vascos: …<< los vascos se creen…..hijos de Dios y herederos de su gloria>>. Efectivamente, no hay hijo de madre en Euskal Herria que no responda a dicho arquetipo .

No es nuestra intención entablar un combate con Sánchez Albornoz para determinar quién es más inteligente; mucho menos con catalanes y gallegos. Lo mejor que puede hacer el tonto es quedarse en casa. Nosotros, al menos, preferimos quedarnos en la nuestra. Desearíamos incluso, que también Sánchez Albornoz se quedara en la suya , si es que toda su inteligencia le cabe allí. Nosotros recordamos una lección aprendida de nuestros tontos antapasados. «oboro daki erhoak bere etxean, ezi ez zuhurrak bertzerenean» («Más sabe el tonto en su casa que el listo en la ajena»). Por supuesto, la civilización romana no consiste en permanecer cada cual en su casa, sino en enseñorearse en la ajena. Ya que Sánchez Albornoz está tan romanamente civilizado, en absoluto cuesta entender que no pueda permanecer en su casa, y tenga que penetrar en la de los incivilizados. Eso es muy español.

EN Sánchez Albornoz hallaremos la carencia de tacto del político, el gusto de la persona educada, la caballerosidad de quien debe cuidar qué es lo que ataca, y cómo queda lo atacado. Lo que falta no es inteligencia. Es propio de muy inteligentes concluir así las relaciones entre tontos e inteligentes:

— hablen el vasco si es que pueden…..

— Pero a pagar impuestos.

El César ha muerto, ¡¡Viva el César!! A quienes tales conclusiones saca, se le nota automáticamente que es mil años más civilizado que nosotros. Este será, como mínimo, padre y abuelo de Dios .

Por culpa de nuestro milenario retraso, no nos las arreglamos con los conceptos. No sólo: como bien sabían algunos castellanos (que nos abían euskera), ningún concepto abstracto puede expresarse en vascuence. No tiene nada de extraño, pues, para un señor civilizado e inteligente como Sánchez Albornoz que quienquiera de nosotros ignore absolutamente qué es la inteligencia. Por ello le deberíamos mostrar nuestro reconocimiento, al habernos explicado tan claramente quién es inteligente: ser inteligente es no ser separatista. No nos ha explicado qué es ser separatista, ni por qué es inteligente no separarse (de ellos, claro) pero eso lo puede dejar para otra ocasión ya que seríamos demasiado zoquetes para aprenderlo todo de una vez. Desde ahora sabemos cómo conseguir, de un salto, el adelanto milenario de los castellanos y la ventaja de la inteligancia de catalanes y gallegos. No, aún no lo sabemos, Sánchez Albornoz nos lo ha explicado con más claridad que un escolástico. Y eso es sólo una explicación negativa. La definición positiva de euskaldún inteligente (es una abstracción, se trata de un euskaldún hipotético, claro, porque todavía no existe algo así) precisa de algún elemento más; romanizado y….. a pagar impuestos.

Mucho ha dicho Sánchez en pocas palabras. De un sólo plumazo ha dirimido qué es civilización. Civilización es romanizarse. Qué es romanizarse no nos lo ha explicado, claro, para no agotar nuestra sesera. Eso queda para otra. Demasiados enmbrollos incluso para esa otra. De algún modo los euskaldúnes estamos algo romanizados, bastante romanizados. (Tal vez lo que quiere decir Sánchez es que esa romanización no es civiliación, no le diríamos que no). Por otra parte, grandes autores hallamos que aseveraban que la España pre-románica todo había perdido, que había tomado la lengua románica pero que jamás se romanizó. Que España es cualquier cosa menos romanizada. Encontramos también algún español que se sentía orgulloso de su sangre goda (bárbara, no-romana) o de su cultura árabe (tampoco romana, por cierto). Nos importa un bledo que los españoles se sientan godos, agotes, o sobrinos de árabes, mientras no se vean como hijos de Dios. Eso queda reservado para nosotros . Aún así, somos conscientes de nuestra calamidad, al no haber sido romanizados, carecer de sangre goda, estar sin romanizar y por tanto ser tan incivilizados. Ya sabemos qué hay que hacer inmediatamente. Y luego…….. a pagar impuestos.

En ese «A pagar impuestos» se condensa, seguramente, el fundamento básico sustancial nuclear de la inteligencia, civilización y romanismo de Sánchez Albornoz. A partir de ahí, nos concedería incluso la prerrogativa de hablar en euskera. Mirad, ¡¡¡qué bípedo tán democrático!!. Al parecer, la diferencia que existe entre un español romanizado-civilizado demócrata y un español romanizado-civilizado no-demócrata, en lo concerniente a los euskaldúnes, descansa fundamentalmente en esto: el demócrata nos consiente incluso hablar en euskera (si somos capaces y tras pagar impuestos), el otro ni siquiera nos quiere permitir hablar en euskera. Por otra parte, el español, demócrata o no, en comparación con el euskaldún, siemre es civilizado e inteligente. Por tanto ¿Cómo no va a ser lo más congruente del mundo que los euskaldunes paguemos impuestos a tanta civilización e inteligencia?

Franco ha muerto. Albornoz representa un nuevo tipo de político. El tipo de político romanizado-civilizado democrático. El político que llama España a la civilización. Él es quien define qué es España, y quien determina qué es civilización. Los otros, los políticos romanizados-civilizados no-democráticos eran muy diferentes. Eran malos. Enormemente civilizados, sí, Profusamente romanizados, también, al parecer, a uno que se creía hijo de Dios, los romanos lo crucificaron; precisamente por eso, los romanizados pretenden hacer algo similar con los euskaldunes, porque se creen hijos de Dios. Se trata de un comportamiento muy romanizado-civilizado. Pero esos políticos no eran democráticos, no han crucificado sólo a los euskaldunes, sino también a algún romanizado-civilizado, un par de ellos, a eso no hay derecho. No había derecho a obligar a vivir en el destierro a señores tan inteligentes como Sánchez Albornoz.

De nuevo es el turno de los romanizados-civilizados. Las cosas cambiarán radicalmente. Por supuesto la autoridad seguirá conformada por señores inteligentes. A quien lleva un retraso de mil años de civilización, a los euskaldunes, que, como se sabe, son gentes «rudas y sencillas», la parte que les corresponde es, obviamente, pagar religiosamente sus impuestos. ¿Qué sería de nosotros so no nos gobernasen, apiadadas, esas gentes romanizadas, civilizadas, inteligentes?.

Han surgido muchos problemas entre euskaldunes y españoles. Claro, se entiende, necesariamente debe ser difícil. Si unos incivilizados se ponen a vivir junto a gente civilizada, ésta lo tiene crudo, ya que fatalmente, van a surgir conflictos. ¡¡Pôcos disgustos les hemos causado a los pobres españoles!!. Es lógico, por tanto, comprender que de vez en cuando, les saquemos de sus casillas, y, agotada su santa paciencia, nos traten con cierta severidad.

Para evitar que esto suceda en lo sucesivo, se hgabrán de articular las relaciones entre euskaldunes y españoles sobre unas bases absolutamente nuevas. El mismos Sánchez nos ha perfilado dichas bases que van a constituir el garante de nuestra alianza democrática. He aquí los fundamentos civilizados y democráticos:

Uno, los euskaldunes «no son más que unos españoles sin romanizar»

Dos, los euskaldunes «son gentes rudas, sencillas, que además se creen hijos de Dios.»

Tres, «los vascos…..tienen mil años de civilización menos que cualquier otro pueblo»

Cuatro «a pagar impuestos»

Con este novísimo tipo de políticas y políticos, se acabaron las desgracias de los euskaldunes ¡¡Viva la democracia!!

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imerburu dijo

Menudo Gilipollas el Sanchez Albornoz