Denuncias falsas de maltrato.

Hoy toca un tema controvertido, como cuando toca el tema de las denuncias de tortura, pero es un tema que hay que abordar porque afecta a personas. Se podría argumentar que precisamente porque afecta o puede afectar a muchas personas, tantas como mujeres maltratadas o tantas como hombres hay en España, en cuanto a que van a ser juzgados con una ley determinada llegado el caso. Pero aunque sólo afectara a unos pocos, o a una sola persona, seria necesario abordarlo.

Hace poco un juez decía que había muchas denuncias falsas de malos tratos. Inmediatamente ha recibido la reprobación de diversos grupos feministas y de diversa índole, acusado más o menos de justificar el maltrato. Vamos al lío pues:

Denuncias falsas hay siempre, en todo delito o figura delictiva. Hay denuncias falsas, y denuncias verdaderas, y otro tipo de denuncias que nunca se sabrá si son falsas o verdaderas, porque no hay pruebas ni datos para afirmar ni una cosa, ni la otra. Ese no es pues el asunto a discutir. Así que quien diga que no hay denuncias falsas o no puede haberlas, o quien diga que todas las denuncias son falsas, está mintiendo y ha perdido la razón en el debate de antemano.

Que haya denuncias falsas no es el problema, siempre las va a haber, y siempre las ha habido en todo tipo y figura delictiva, el quehacer del juez es precisamente desvelar qué denuncias son verdaderas, y cuáles falsas, y simplemente sobreseer los casos en que no pueda determinar la veracidad de lo denunciado. Entiéndase que es declarado inocente quien se ha demostrado que no es culpable, por lo tanto la denuncia no tenía fundamento o bien era falsa. De estos casos hay pocos, porque hay que demostrar la imposibilidad de culpabilidad. Otro caso es el declarado no-culpable, no es que haya sido encontrado inocente, sino que la denuncia no ha podido probarse, no se puede afirmar pues que la denuncia es falsa, simplemente no tenía carga suficiente la prueba esgrimida en su contra como para elevar la denuncia a rango de hecho probado, y al acusado de autor del hecho probado. Luego está el caso del declarado culpable. Tres casos hay pues. Y en el caso de la persona «no-culpable» aunque no se haya probado su inocencia, como tampoco se ha probado su culpabilidad, su tratamiento legal es de inocencia, por eso de que se es inocente si no se demuestra la culpabilidad. Una vez aclarado el contexto legal, que atañe al concepto también moral de «culpable o inocente», vayamos a  la cuestion que creo que es la que preocupa a muchas personas.

Que haya denucias falsas no es el problema, porque siempre las hay en todo tipo de delitos, y denunciantes. No cabe decir que presumiblemente quien va a denunciar dice la verdad, ni que dice la mentira, eso ha de demostrarse en el juicio, precisamente. Es esa la labor, y la razon de ser de la Justicia. Demostrar, o refutar la denuncia. EL problema es qué tipo de medidas se toman ante una denuncia que no aporta carga probatoria suficiente para ser tomada en consideración. No tomar en consideración en el sentido de no tomar medidas de castigo contra el denunciado si no hay indicios o el juez no ve indiciariamente con claridad que ha existido delito y pruebas de que el acusado es el autor. Sucede que ante una denuncia con pruebas o indicios suficientes, sí es necesario tomar medidas previas al juicio, aunque todavía el acusado sea «hasta que no se demuestre lo contrario» inocente, previamente el juez hace una valoración de la carga de prueba. Si sospecha que hay suficientes indicios, acomete medidas cautelares, si no observa pruebas suficientes, no debe acometerlas o no debería nunca, que el el meollo del problema que nos ocupa.

¿Y por qué? Evidentemente por la misma esencia de la Justicia y el Derecho, porque no puede castigarse a alguien que luego puede ser inocente, porque entonces bastaría con el hecho de que alguien te pusiera una denuncia para que fueras automáticamente castigado de facto, con lo cual el veredicto de culpable o inocente no serviría de nada, porque ya has sufrido castigo sin ser juzgado. Esto que es evidente para quien se pone a razonar, o para todo el gremio del Derecho o la Judicatura, al parecer es desconocido para quien no puede llegar a tan simple razonamiento o para quien no entiende qué es la Justicia, o qué es el Derecho.

Vamos a poner un ejemplo práctico; la vecina del quinto va a una comisaría a decir que tú le has robado un diamante que ella tenía, sin más prueba de que le han robado un diamante que su palabra, sin más prueba de que hayas sido tú, que su palabra. Pues a todo el mundo le parece obvio (sin necesidad de tener que probar que tu vecina es una mentirosa), que a tí no te puede el juez meter en la cárcel como medida cautelar, ni puede tomar medida cautelar ninguna contra tí que te sea gravosa. EL juez hace un análisis inicial de las probabilidades que va a tener de probar que tú eres culpable, si no recibe pruebas hace una estimación y si prevé  dificultades de poder en el futuro  declararte culpable, no podrá tomar ninguna medida que te haga daño. Si la vecina le aporta un documento de compra del diamante que le falta, y una cinta de vídeo de la entrada de su casa en que alguien que pareces tú, está forzando la puerta, el juez hace otra previsión, y aunque todavía no se haya celebrado el juicio podrá decretar un embargo de tus cuentas, te podrá retirar el pasaporte momentaneamente, o podrá incluso meterte en la cárcel hasta que salga el juicio. Hace esto para evitar daños, extravíos de prueba, o que te largues a otro país. Pero sobre todo, hace esto porque el daño de que ya estés encarcelado «desde ya» va a ser descontado de la condena que te va a caer, porque él ha previsto que en la balanza de lo que estás cumpliendo en la cárcel, y lo que vas a cumplir, no vas a resultar perdiendo como inocente.

Aclarado esto, vamos a ser claros con el problema a que nos enfrentamos, nos enfrentamos con medidas cautelares que en bastantes ocasiones rompen con el principio de Justicia, porque son aplicadas sin ninguna carga de prueba. Desde el momento en que si alguien te pone una denuncia «en vacío», o sea, sin aportar pruebas claras, ya resultas dañado en alguna medida cautelar, como el alejamiento de los hijos, la privación de cualquier derecho que antes tenías, la expulsion del domicilio, o cualquier situación de desventaja en algún proceso judicial paralelo que se esté llevando contra tí, como una separación o divorcio, el principio básico del Derecho se está rompiendo como ciudadano y sujeto de justicia.

También desde el momento en que alguien , puede ganar algo, presentando una denuncia «en vacío» (volvamos a resaltar que en vació es sin prueba suficiente y no tiene que significar falsa), desde el momento en que alguien, tenga algo que ganar, habrá más cantidad de denuncias falsas. Y en este caso también se da, la persona que denuncia, aunque sea sin pruebas, es beneficiada con medidas de otorgamiento de pisos de acogida, otorgamiento de custodia de hijos de manera provisional en caso de proceso de separación, o incluso derecho a permanecer en la casa de ambos, y expulsión del denunciado de la casa.

Ninguna ley, y ninguna resolucion judicial puede:

1- Gravar con medidas de castigo cautelar al acusado por una denuncia sin que esa denuncia se amompañe de pruebas sólidas que indiquen su posible futura culpabilidad a ojos de juez.

2- Beneficiar momentaneamente al denunciante.

Por dos razones, la primera por cuestión de Justicia, la segunda porque si ocurre alguna de las mencionadas, las denuncias falsas se multiplicarán, con el consiguiente perjuicio social, personal, costo monetario, y humano.

Personalmente me llama la atención que los mismos grupos de progresistas que se alarman de que alguien diga que hay denuncias falsas, esté defendiendo que quien pone denuncias de torturas a manos de las Fuerzas de Seguridad del Estado, ponen por sistema denuncias falsas. Y también me llama la atención quien analiza los datos de 500 sentencias en firme, para decir que sólo una o dos de ellas se probó que la denuncia era falsa. Cuando el dato importante es que hay más de 100.000 denuncias al año y sólo 500 sentencias. El resto de las denuncias que no han desembocado en cosa probada, simplemente ni puede decirse que sean 99.000 denuncias falsas, ni que no lo eran. Simplemente eran denuncias «en vacío», o sin carga de prueba suficiente. Lo que hay que preguntarse es qué medidas gravosas se han tomado cautelarmente contra esas 99.000 personas acusadas por alguien de su entorno, pero que eran «no culpables», porque no se ha podido probar que lo eran. Toda medida gravosa tomada contra alguien «no culpable», habrá sido una injusticia en sí misma, y habrá sido un beneficio real obtenido por poner una denuncia sin fundamento para prosperar.

Para abordar la violencia de género, un problema grave, lo peor que se puede hacer es no hacerlo bien.

7 respuestas

  1. Lo que cuentas está muy bien, y es cierto, pero no sirve cuando se habla de violencia de género. En este caso, entre la sensibilidad social contra el maltrato a las mujeres y lo que se ha dado en llamar discriminación positiva, todo está torcido. Creo que los jueces no estan dando la talla, y que la ley no acaba de ser lo bastante certera.
    En este articulo, un padre se queja amargamente de la «justicia» articulo
    Creo que las asociaciones feministas deberian ser las primeras en denunciar e intentar evitar denuncias falsas.

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  2. Creo Xarbet, que nadie puede luchar contra las denuncias falsas, ni se pueden evitar, ni en este caso, ni en ningun otro, son parte de la carga que hay que asumir por tener la garantía de «poder denunciar libremente», que tiene que existir.
    EL problema no es la existencia de denuncias falsas, porque las hay en todos los procedimientos, en robo, en estafa, en injuria, en amenazas, en tortura, el problema es qúe medidas se toman ante una denuncia. Y si para cualquier delito se precisan pruebas, y para cualquier ciudadano se precisan pruebas para tomar medidas, para este también. Si no, estaríamos ante una ruptura del principio de la proteccion del ciudadano, de la Justicia y ante una excepcionalidad no propia del Derecho.

    Es imposible reducir a 0 las denuncias falsas, ni en esta figura delictiva del maltrato a una mujer (u hombre), ni en ninguna otra figura delictiva, lo que sí puede hacerse es reducirlas, entre otras cosas no premiando al denunciante de por sí, ni castigando al denunciando de por sí, por el hecho de ponerla.
    De la misma manera que si pones una denuncia por torturas contra el policía que te detuvo a ese policía no lo apartan del servicio automáticamente.

    Hay otro asunto peliagudo que es la presión social, imagina que matan a una persona que previamente ha puesto una denuncia por amenazas, o maltrato, y al no tener pruebas el juez no pudo hacer nada, en la prensa no observarán el proceso como fue, sino que dirán que esa mujer ya puso denuncia anteriormente y el juez o la Justicia no tomaron medida alguna, y al juez se le acosa, o se pone en cuestión el procedimiento judicial como ineficiente. La presión es grande.
    Pero visto desde el punto de vista de la secuencia de hechos, imagina que 10 personas ponen denuncia por maltrato, sin pruebas claras, y una de ellas, y sólo una, a los 2 meses mata a su mujer. EL juez no podía saber cuál era. Y lo que no va a hacer el juez, para curarse en salud, es agarrar a los 10 denunciados sin pruebas, y meterlos en la cárcel o echarlos de casa, porque estaría castigando a inocentes.

    La pena y la dificultad, como en el caso de las torturas, es la dificultad en obtener pruebas en un delito que es a veces sutil, a veces una simple sospecha y temor de que algo violento puede suceder porque lo percibes, o por el hecho de ser algo que sucede en un lugar no público.
    En el caso de una comisaría la dificultad de obtencion de pruebas es la falta de trasparencia, de cámaras, y de voluntad por parte de las autoridades, o directamente la voluntad por parte del que debiera proteger del delito (que es el mismo acusado del delito, curiosamente) de entorpecer la obtención de estas pruebas, pero en el caso de la violoencia dentro de casa, muchas veces sutil, es que al ser un lugar privado, familiar, y no una institucion, no hay cámaras ni es lugar en que a la propia persona, mujer , hombre, o pareja, les guste ser grabados por ellos mismos, o lo permitan de motu propio ambos, o no se rompa la pareja por establecer tales métodos de auto-vigilancia. Es complicado y difícil, sobre todo porque la tragedia suele venir de repente, y no se puede siempre decir que ciertos empeoramientos de la relacion devienen necesariamente en atropello violento. Aunque todas las veces y más (incluso las que nunca llegan a ser), uno/a tiene la sensación de que «me odia y me haría daño si pudiera o si se calentaran los ánimos»

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  3. El problema es que la «presión social», demasiadas veces está llena de ignorancia y de visceralidad. De todas maneras, insisto, el tema de presentas, por complejo, debería ser dividido en varios.
    Podriamos hablar de denuncias falsas en las comisarias, y seria un tema.
    Y otro seria el del enfoque en el ámbito de la violencia de género.
    Y hay más aspectos, naturalmente, pero estos dos son los mas peculiares.

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  4. xarbet, en Diciembre 31st, 2009 a 7:10 Dijo: Edit Comment

    El problema es que la “presión social”, demasiadas veces está llena de ignorancia y de visceralidad. De todas maneras, insisto, el tema de presentas, por complejo, debería ser dividido en varios…….
    —————————————-
    😀 😀 Vaya Xarbet, tú también me dices lo que varios amigos míos, que en vez de posts escribo ladrillos. Que abordo demasiadas aristas del mismo asunto, y que de un post mío se podrían sacar tres.
    Quizás yo sea de la vieja escuela, y no de la «generación SMS», el problema de abordar los temas por separado cuando en realidad están interconectados en nuestra mente, operando como un todo, es que la visión global se pierde.
    Cuando nos enfrentamos a un problema como este, en nuestra mente se agolpan todas las aristas al mismo tiempo, la gravedad del problema de la violencia de género, la injusticia que representa, las garantías jurídicas, la defensa de todo ciudadano, las razones del castigo, la proporcionalidad del castigo, lo que estamos dispuestos a sacrificar en términos de justicia para tranquilizar nuestras conciencias de que estamos actuando «contra»…..la comparativa genérica con otro tipo de delitos y casos…. el contexto introducido en nuestra mente como hechos reales, el contexto del pensamiento oficial.

    Así que pienso, que abordar temas por separado, si no se hilan después, lo único que hace es una visión desestructurada. Y sí es cierto, tienes también razón, abordar todos los temas juntos, puede liar y ser emgorroso. Y cansino de seguir

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  5. A veces, Tirita, hay que conformarse con hablar de un aspecto de un determinado problema, es la manera de acotar el terreno y concretar el tema. El problema no son las múltiples aristas, que las hay, sino que si las quieres ver todas al mismo tiempo, te pasas el tiempo dando vueltas y te mareas.
    A mi entender, en el tema de las denuncias falsas en las causas de separación matrimonial, haberlas haylas, el cualificarlas y cuatificarlas deberia ser una prioridad, porque los avances que se han conseguido son demasiado importantes para que alguien las sabotee.

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  6. Pues entonces puedo resumir todo el escrito diciendo que mientras haya quien gane algo, o quien pierda algo por el simple hecho de interponer una denuncia, aún sin pruebas sólidas, habrá siempre denuncias falsas, y daños y dramas.

    Mientras no se equipare el trato judicial ante una denuncia, entre este tema, y cualquier otro delito nos encontraremos ante arbitrariedades, injusticias, embrollos, falsas soluciones, malas soluciones y abordaremos el problema creando problemas en vez de solucionarlos.

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  7. Yo lo resumiría diciendo que mientras tengamos los jueces que tenemos, iremos mal. La justicia está cada vez mas desprestigiada y es más elitista y obsoleta. Los jueces, no son ninguna garantía de ecuanimidad, sino que están contaminados por una mentalidad retrógrada y oscurantista.

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